27 octubre 2011

Tiempos absolutos y relativos

En el sistema de la conjugación española, hay formas verbales con valor absoluto y otras con valor relativo. Las primeras se miden desde el momento en que se sitúa el hablante y no necesitan de ninguna otra acción para existir. Son el presente de indicativo, el pretérito perfecto simple, el pretériro perfecto compuesto de indicativo y el futuro:
 Ayer leí el periódico - Hoy me encuentro solo
Mañana iré a tu casa - Esta mañana lo he pasado bien
Es decir, se trata de acciones pasadas, presentes o futuras únicamente por su conexión con el punto X en que se encuentra el hablante.
Las formas de valor relativo son aquellas que necesitan de otra acción para existir en la frase y en relación con la cual se miden aquéllas. De esta forma, no tiene sentido una expresión como "Juan ya había venido" si no medimos esta acción con otra que se manifieste explícita o tácitamente.
Juan ya había venido      cuando abrieron el local
Otro ejemplo:
Por la noche      llovía a cántaros (mientras transcurría la noche)
Ahora no se trata solo de presentes, pasados o futuros, sino también de los conceptos de simultaneidad, anterioridad y posterioridad.
Juan ya había venido cuando abrieron el local
            anterioridad                                     
Mientras era joven, me mantenía con fuerzas
                                simultaneidad
Cuando llegamos a Madrid, nos saludaron
                                            posterioridad      
Las formas con valor relativo son: pretérito imperfecto, pretérito plucuamperfecto, pretérito anterior, futuro perfecto, condicional simple y compuesto. Las formas de valor absoluto pueden usarse con valor relativo:
Llegaron cuando empezaba la función
Pero las formas de valor relativo nunca se usan con valor absoluto, salvo en desvíos estilísticos.

25 octubre 2011

Del dicho al hecho

Irse de picos pardos, tomar las de Villadiego, pasar una noche toledana… son expresiones habituales en nuestro idioma. Su origen se remonta a siglos atrás y esconde una tradición o una anécdota que ha dejado huella. Cincuenta frases coloquiales con mucha historia.(1)

1. A BUENAS HORAS, MANCAS VERDES. En el siglo XVII, los cuadrilleros de la Santa Hermandaz, cuyo uniforme tenía mangas verdes, no llegaban nunca a tiempo para capturar a los malhechores.
2. DE LA CECA A LA MECA. “Ceca”, en la España árabe, significaba “casa”. La Meca es el centro de peregrinación de todos los musulmanes. La expresión significa ir de una lado a otro, de aquí para allá.
3. DE TODO HAY EN LA VIÑA DEL SEÑOR. En 1624, Fray Hortensio de Paravicino, predicador, le dijo a Felipe IV en un sermón: “De todo tiene la viña, Sacra y Real majestad, de todo tiene la viña: uvas, pámpanos y agraz”.
4. ANCHA ES CASTILLA. Obrar con total libertad. En los tiempos de la Reconquista, los desolados campos castellanos eran el sitio perfecto para iniciar un negocio.
5. ENTRE PINTO Y VALDEMORO. Hace siglos, en Madrid se bebía vino de las localidades de Pinto y Valdemoro. La expresión significa estar indeciso (al elegir entre los dos vinos) o borracho (elegir los dos).
6. ESTAR EN BABIA. La comarca leonesa de Babia era el lugar al que iban los reyes de León a descansar. Cuando el rey estaba en Babia, no quería saber nada de la corte.
7. ESTAR A LA LUNA DE VALENCIA. El dicho se aplicaba antiguamente a la gente que tenía que dormir fuera de las murallas de la ciudad por llegar tarde.
8. MENOS LOBOS. Un andaluz llamado Pinto decía haber visto una manada de 100 lobos. Sin creer el relato, sus amigos le decían “¡Menos lobos, tío Pinto!”. El hombre fue rebajando la cifra hasta reconocer que sólo había visto la cola de un animal.
9. LOS AMANTES DE TERUEL. Leyenda del siglo XIII que narra el amor imposible entre Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura. Varios autores, como Tirso de Molina, la recogieron en sus obras. Se suele añadir la coletilla “tonta ella, tonto él”.
10. JAUJA. Es el nombre castellanizado de un valle andino conquistado por Pizarro en lo que hoy es Perú, famoso por su clima benigno y la riqueza de su suelo.
11. MOROS EN LA COSTA. Divulgaron el dicho las milicias populares que se dedicaban a frenar los ataques de los piratas berberiscos.
12. IRSE DE PICOS PARDOS. Antiguamente, la ley obligaba a las prostitutas a vestir un jubón con picos y ribetes de color pardo.
13. ¡NARANJAS DE LA CHINA!. Se usa para negar lo que otro acaba de afirmar. Viene de la época en que el pueblo no creía que las naranjas procedieran de tan lejano lugar.
14. GATO ENCERRADO. Los gatos eran bolsas para guardar el dinero que se llevaban encerradas, es decir, ocultas entre la ropa.
15. PASAR UNA NOCHE TOLEDANA. No poder dormir, según Covarrubias “porque en Toledo, en tiempo de verano, los mosquitos persiguen a los forasteros, que no están prevenidos de remedios como los demás”.
16. PONER UNA PICA EN FLANDES. Se dice cuando algo resulta muy difícil de lograr. En tiempos de Felipe IV, era casi imposible encontrar reclutas que quisieran alistarse en los Tercios de Flandes y que, por tanto, tomaran la “pica” o lanza de los soldados.
17. POR LOS CERROS DE ÚBEDA. Fernando III el Santo esperaba a un caballero que iba a ayudarle con sus huestes a tomar la ciudad jienense. Éste, con pocas ganas de guerra, llegó tras la conquista diciendo que se había perdido por los cerros.
18. QUIEN FUE A SEVILLA PERDIÓ SU SILLA. En el siglo XVI, el arzobispo de Sevilla cambió su puesto a su sobrino, arzobispo de Santiago, que era incapaz de dominar la ciudad gallega. Cuando quiso volver a su tierra, el sobrino se negó a cederle su puesto.
19. ROMA NO PAGA A TRAIDORES. En el siglo II a.C., el cónsul Marco Pompilio sobornó a los enviados de Viriato y logró matar al rebelde, pero nunca pagó a los traidores.
20. EL BAILE DE SAN VITO. Enfermedad infecciosa convulsiva que afecta a los niños. Se rezaba a este santo, que también sufrió convulsiones, implorando la curación.
21. ¡SANTIAGO, Y CIERRA, ESPAÑA! Grito de guerra español. Se dice que Santiago apóstol dirigió a los cristianos en la batalla contra Abderramán II. Cerrar, en castellano antiguo, era embestir, atacar al enemigo.
22. SE ARMÓ LA DE SAN QUINTÍN. En esta batalla (1557), el Ejército español entró en Francia desde Flandes y aniquiló al francés, pero perdió a la vez muchos hombres.
23. TODOS A UNA COMO EN FUENTEOVEJUNA. Como relató Lope de Vega, en este pueblo cordobés la gente se unió para matar al Comendador, autor de muchos agravios.
24. TOMAR LAS DE VILLADIEGO. Fernando III el Santo prohibió detener a los judíos del pueblo aragonés de Villadiego. Cuando los judíos castellanos eran perseguidos, se ponían unas calzas similares a las que usaban los de Villadiego para evitar ser apresados.
25. TRAER POR LA CALLE DE LA AMARGURA. Esta célebre calle es casi seguro la que recorrió Jesús camino del Calvario (Vía Crucis).
26. CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO. Eso dice Don Quijote al encontrarse con la iglesia de El Toboso. Él y Sancho van buscando en plena noche el palacio de Dulcinea.
27. MÁS FEO QUE PICIO. En el siglo XIX, Picio fue un zapatero granadino condenado a muerte que, de pronto fue indultado. De la impresión, perdió pelo, cejas y pestañas y se convirtió en paradigma de fealdad.
28. PELAR LA PAVA. Una dueña andaluza mandó a su criada desplumar una pava. Ésta, junto a la reja de una ventana, lo hacía a la vez que hablaba con su novio.
29. SALGA EL SOL POR ANTEQUERA. Se usa para mostrar despreocupación por el asunto que se trata. En la toma de Granada, en 1.491, se decía como equivalente a “salga el sol por donde salga”. El sol no sale por Antequera, que está al oeste de Granada.
30. LLORA COMO MUJER LO QUE NO HAS SABIDO DEFENDER COMO HOMBRE… dijo en 1492 la madre de Boabdil a su hijo, cuando éste lloraba al contemplar por última vez Granada, ya en manos de los Reyes Católicos.
31. MÁS “CORNÁS” DA EL HAMBRE. Respuesta del torero Manuel García, El espartero, cuando le preguntaban si no temía arriesgarse tanto en la plaza. Murió de una mala corná.
32. DONDE CRISTO DIO LAS TRES VOCES. Lejísimos. Al parecer, se refiere al desierto al que Jesús se retiró durante 40 días para orar. Fue tentado tres veces por el demonio y él rechazó con tres frases o voces.
33. BEBER LOS VIENTOS. Los perros de caza, al olfatear la pieza, parecían beber los vientos.
34. PARÍS BIEN VALE UNA MISA. Se supone que lo dijo el rey francés Enrique IV (1553-1610), en el momento de convertirse al cristianismo para poder ganar el trono.
35. LA SOPA BOBA. La que daban a los pobres en los conventos. Hoy, vivir de la sopa boba es llevar una vida a expensas de los demás.
36. NO SE GANÓ ZAMORA EN UNA HORA. Se ganó en siete meses. Los que estuvo la ciudad asediada por Sancho II, que fue traicionado al final por Bellido Dolfos. La ciudad volvió a manos de la reina Doña Urraca.
37. LLEVAR AL HUERTO. Se dice desde que la Celestina consiguió llevar a Melibea al huerto en que esperaba Calixto.
38. SABER MÁS QUE EL MAESTRO CIRUELO. Célebre preceptor de Felipe II y catedrático de Teología en Alcalá de Henares.
39. ¡VIVA LA PEPA! Grito de los liberales aludiendo a la Constitución de 1812, aprobada el 19 de marzo (San José), cuando los franceses prohibieron vitorearla en público.
40. LA CARABINA DE AMBROSIO. Era un bandolero andaluz del siglo XIX, tan inofensivo que su carabina ni siquiera tenía pólvora.
41. EL CHOCOLATE DEL LORO. Una familia aristocrática que quiso reducir gastos llegó a la conclusión de que sólo se podía ahorrar la ración de chocolate del loro.
42. LA CUADRATURA DEL CÍRCULO. Famoso problema irresoluble que, sin embargo, generó en el pasado abundante literatura.
43. GRAMÁTICA PARDA. Mañas, artes o sentido común de las personas no instruidas pero sí inteligentes. Saber popular.
44. CANTAR LAS CUARENTA. Decir algo con determinación, como se “cantan” los cuarenta puntos en el juego del tute.
45. LLEGAR Y BESAR EL SANTO. Lo primero que hacía el peregrino al llegar a su capilla.
46. NI CHICHA NI “LIMONÁ”. Chicha: bebida alcohólica usual en Hispanoamérica. Limonada: nombre genérico para las bebidas sin alcohol. No ser ni una cosa ni la otra.
47. RASGARSE LAS VESTIDURAS. Los judíos y otros pueblos antiguos lo hacían en señal de duelo al morir un ser querido.
48. EL PATIO DE MONIPODIO. En Rinconete y Cortadillo, de Cervantes, el jefe del hampa sevillana recibía allí a los nuevos ladrones.
49. SIN BLANCA. La blanca era una moneda castellana de plata, acuñada por primera vez en tiempos de Pedro I (1334-1369).
50. ROMPER UNA LANZA. Como hacían los caballeros en las justas medievales para defender el honor de otra persona. 

(1) La Revista de El Mundo, 5 de mayo de 1.996, nº 29
(2) Más información: Del hecho al dicho, de Gregorio Doval, Eds. del Prado, col. Palabras mayores. Cuento de cuentos de Néstor Luján, Ed. Círculo de Lectores.

18 octubre 2011

Signos de puntuación - El punto

Es la mayor pausa sintáctica y ortográfica. Existen tres clases de puntos: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final. Después que se ha usado cualquiera de los dos primeros signos, se comienza con mayúscula.
  1. Punto y seguido. Se utiliza cuando se terminan una o varias oraciones, pero se continúa tratando el mismo tema. Ejemplo: El paisaje era plácido y tranquilo. Los viajeros parecían estar atentos a lo que desfilaba ante su vista. El tren marchaba a una velocidad moderada, así que podían disfrutar del viaje.
  2. Punto y aparte. Al finalizar un párrafo, se coloca el punto y aparte para indicar que el pensamiento se ha completado en esas oraciones. Podría seguir tratándose la misma idea en el párrafo siguiente, pero siempre desde un ángulo distinto. Al usar este signo debe comenzarse el otro párrafo en unos espacios más adentro que los del resto del escrito. Ejemplo: Terminó de contarme todo el suceso y, de repente, se levantó de su asiento y quedó en silencio.
          Toda aquella conversación había suscitado en mí viejos recuerdos que tenía olvidados o me cuidaba de no revivirlos; no eran gratos para mí.
  3. Punto final. Indica que se ha terminado una parte del escrito o que ha concluido el mismo.
  4. También se usa un punto después de las abreviaturas. Ejemplos: Dr., Sr., Excmo.

Signos de puntuación - Dos puntos

Estos signos de puntuación requieren una mayor pausa que la coma, pero menor que la del punto. Su función principal es destacar lo que se escribe a continuación. Se usará este signo en los casos que se especifican:
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  1. Al expresar una proposición general si ésta va seguida de varias oraciones que la amplían o explican. Ejemplos: La intolerancia es causa de grandes males: da lugar a la persecución personal y colectiva, embrutece el pensamiento de las personas y no permite el diálogo. El agua es un elemento indispensable para la buena salud: ayuda a eliminar las impurezas y materias nocivas del cuerpo, mantiene la piel con relativa humedad, resulta un económico y sencillo diurético.
  2. Cuando a una o varias oraciones sucede otra, que es consecuencia o síntesis de las anteriores; los dos puntos se colocan delante de esta última. Ejemplos: Después de la entrevista, algunos quisieron ir a visitar la mansión, otros estaban impresionados por lo que se había hablado, los más habían quedado deslumbrados por el impresionante recibimiento y las atenciones de que fueron objeto por parte de los anfitriones oficiales: el acto había suscitado variadas emociones. El paisaje era tranquilo y suave; la casa parecía acogedora, a pesar de sus años; los árboles rodeaban la vieja mansión y le daban un aire de silencio y soledad; nada ni nadie se veía en los alrededores: era lo que yo había soñado por tanto tiempo.
  3. En los decretos, sentencias y edictos se colocan los dos puntos al final de cada motivo, y estos se ordenan en párrafos distintos y comienzan por mayúscula. De igual manera, en las certificaciones y otros documentos semejantes se usan los dos puntos después de las palabras como: Ordeno, Mando, Certifico, Hago saber y otras fórmulas similares, y lo que sigue comienza con letra mayúscula. Ejemplos: Certifico: Que desde hace dos años vivo en Santurce, Puerto Rico. Por este medio Hago Saber: Que a partir del mes de octubre se subirán las tarifas de la luz para los residentes en áreas residenciales.
  4. 4. Después de las palabras con que se inicia una carta, se colocan los dos puntos. Ejemplos: Querido hermano: Disculpa mi tardanza en contestar a tu carta anterior. Distinguido Sr. García: El propósito de mi carta es comunicarle mi decisión irrevocable de abandonar el puesto que he ocupado por más de cinco años en la Institución que Ud. preside.
  5. 5. Cuando se citan palabras textuales, se han de poner los dos puntos antes de lo que se va a citar y esto, a su vez, irá entre comillas. Ejemplos: Jesús dijo: “Amaos los unos a los otros”. Su única respuesta fue: “Nada tengo que decir”.
  6. Se colocan los dos puntos después de las palabras que sirven para anunciar o enumerar, como: a saber, por ejemplo, verbigracia, como sigue y otras semejantes. Suelen usarse también los dos puntos delante de una enumeración, aunque ésta no lleve alguna de las palabras anteriormente citadas. Ejemplos: Siguió todas las instrucciones, a saber: se levantó temprano, colocó la ropa en orden, tomó un desayuno ligero y salió a la calle. Delante de mis ojos tenía un bello espectáculo: pinos, robles, margaritas, madreselvas, dulces pájaros y unas delicadas mariposas.

Signos de puntuación - Punto y coma

Separa oraciones que tienen un sentido próximo; además, separa frases largas, semejantes o en serie. Requiere una pausa más larga que la coma. Es éste un signo intermedio pues separa más que la coma y menos que el punto; tiene, por tanto, un carácter subjetivo en cuanto al uso. Se usa este signo de la forma siguiente:
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  1. Si los miembros de un período tienen más de una oración y por esta u otra causa llevan ya coma, se usa el punto y coma para separar las oraciones que guardan cierta relación. Ejemplo: Entramos en un hermoso jardín lleno de preciosas flores, hermosos árboles y con un grato olor a madreselva; en el centro del mismo se encontraba una fuente, al estilo de las que vemos en los antiguos palacios árabes; un agradable silencio, sólo acompañado por el ruido del agua, contribuía a aumentar el encanto de aquel lugar.
  2. Se pondrá punto y coma en los períodos largos cuando se suceden varias oraciones que, aunque tengan conjunción al principio, no tienen la debida conexión de ideas. Ejemplos: Cuando volvimos a palacio, los salones estaban llenos de gente, que reía y hablaba sin cesar; por los corredores se oían murmullos; mientras tanto el jardín estaba todo iluminado; era el momento más codiciado de la noche para todos los que habían acudido a la fiesta.
  3. Se usa también este signo cuando poniendo la coma pudiera dar lugar a confusiones, por haberse utilizado ésta con determinados criterios de separación. Ejemplos: La primera parte de la sinfonía es muy melódica; la segunda, algo cansina; la tercera recobra la melodía anterior y el final resulta esplendoroso.
  4. En los períodos extensos, antes de las conjunciones adversativas y de las consecutivas o ilativas, se puede utilizar el punto y coma. Ejemplo: Nos sentamos cerca del viejo roble para hablar tranquilamente y con todo detalle sobre los sucesos pasados; aunque él rechazaba inconscientemente esta clase de diálogo.

17 octubre 2011

Signos de puntuación - La coma

Se usa para indicar las pausas menores. En ocasiones la supresión o el uso incorrecto de este signo puede cambiar el sentido de las palabras. Veamos unos ejemplos:
María, entra rápidamente; María entra rápidamente; 
... y deduciendo que no, debemos perdonarlo; ... y deduciendo que no debemos perdonarlo.

Seguidamente detallamos las reglas del uso de la coma, algunas tienen un carácter obligatorio, otras se usan a discreción. Se usa la coma:
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  1. Para separar los elementos análogos que no van unidos por conjunción. Sucede esto en las enumeraciones o series de palabras, esto es, siempre que aparezcan dos o más partes de la oración consecutivas y de la misma clase. Lo enumerado puede expresarse por medio de palabras, frases u oraciones. Si el último elemento de la enumeración va precedido de las conjunciones y, ni, o, se suprime la coma. Ejemplos: Él era alegre, sincero, cordial y bueno; Antonio llegaba a casa tarde, hacía ruido al entrar, tomaba algo de la nevera, entraba en su cuarto y encendía la luz.
  2. Para dividir, dentro de una cláusula, los miembros independientes entre sí, estén o no precedidos de conjunción. Ejemplos: Todos hablaban, todos gritaban y nadie quería escuchar; En aquel hermoso lugar cantaban los pájaros, y el aire parecía purificado.
  3. Para separar el nombre en caso vocativo, esto es, cuando se llama a alguien, se menciona o invoca. Si el vocativo se encuentra al principio de la oración va seguido de coma; si está en el interior de la misma, va precedido y seguido de la coma; si se halla al final, va precedido de la misma. Ejemplos: Pedro, ten la bondad de darme el libro; Ten la bondad, Pedro, de darme el libro; ten la bondad de darme el libro, Pedro.
  4. Para intercalar los elementos con carácter incidental dentro de la oración. Cuando la oración principal se interrumpe por alguna palabra, frase u oración que aclara, amplía y especifica el sentido, esta frase, oración o palabra irá separada por comas. Ejemplos: Madrid, la capital, es una hermosa y alegre ciudad; Los niños estaban asustados, como imaginarás, después de todos los sucesos.
    Las proposiciones adjetivas o de relativo con valor explicativo van siempre entre comas, se consideran incidentales, no así las de relativo especificativas. Las proposiciones de relativo explicativas explican algo y se refieren al sujeto en general; mientras que las especificativas o determinativas limitan al sujeto, especifican del todo la parte. Ejemplos: Los niños, que hacían las asignaciones en sus casas, sacaban buenas notas; Los niños que hacían las asignaciones en casa sacaban buenas notas. En el primer caso se refiere ya a un sujeto conocido y determinado, del cual se dice algo, se da una explicación; en el segundo se especifica del todo sólo los niños que hacían las asignaciones en sus casas sacaban buenas notas, por esta razón las oraciones de relativo especificativas nunca van entre comas. Siguiendo este mismo razonamiento, irán entre comas las oraciones de gerundio explicativo -equivalentes a la oración de relativo explicativas-; en cambio, cuando el gerundio tiene un valor especificativo se considera incorrecto, ya que adquiere un valor adjetivo, incompatible con el uso correcto del gerundio. Ejemplos: El conductor, viendo el peligro, pisó el freno; El niño, mirando a su madre, se abrazó a ella.
  5. Para separar, precedidas y seguidas de coma o seguidas de coma, las siguientes expresiones: esto es, es decir, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante, en efecto, y otras semejantes. Ejemplos: En fin, haremos frente a la situación; No lo había pensado así, sin embargo, sería oportuno considerarlo como lo señalas.
  6. Para separar la proposición subordinada que se antepone a la principal y altera el orden de la cláusula. Esto sucede cuando se invierte el orden regular de las oraciones que componen la cláusula, colocando antes algún elemento que le correspondería ir después; lo anticipado debe ir precedido de coma. Si lo antepuesto es muy breve, no es necesario usar la coma. Ejemplos: Cuando cese la lluvia, saldré a la calle; Si hubieses llegado a tiempo y vestida de otra manera, habríamos ido al teatro.
Se recomienda el uso de la coma en los casos siguientes:
  1. Para separar el sujeto de una oración cuando sea muy extenso, con el fin de evitar confusiones. Sucede esto en los casos en que el sujeto de una cláusula es una proposición. Ejemplos: El pensar que estabas perdiendo el tiempo y la salud en aquel desértico lugar, debió de moverte a regresar; Que te comportes de esa manera tan injusta y cruel con tus padres y hermanos, es algo inexplicable para todos.
  2. Cuando se omite un verbo u otra palabra en la oración. Ejemplos: María era agradable; Isabel, desagradable; Yo tengo un perro; pero él, ninguno.
  3. Delante de las oraciones adversativas, que son las que están unidas por conjunciones adversativas, como: pero, mas, sino, aunque, salvo, antes, excepto, menos, etc. Ejemplos: Puedes ir al cine, pero no vengas muy tarde; Tomó su decisión, aunque no estábamos de acuerdo.
  4. También suele usarse la coma delante de las conjunciones consecutivas, que introducen una oración de naturaleza semejante. Tales conjunciones son: conque, luego, así, por tanto, por consiguiente, de modo que, de manera que, pues, etc. Ejemplos: Intenta dormir bien esta noche, de modo que puedas mañana hacer el viaje; Todavía no sé bien por qué te cuento todo esto, pues no pareces estar muy interesado en saberlo.
  5. En algunas ocasiones se utiliza la coma para separar oraciones unidas por la conjunción y, con el fin de evitar confusiones. Ejemplos: A Juan le agradaba el baile, y la natación le producía cansancio; La abuela leía un hermoso cuento, y soplaba a lo lejos el viento. En estos casos si no se hubiese puesto la coma, podría prestarse a confusión el sentido de las oraciones.