21 marzo 2008

Joan Manuel Serrat - Poema de amor



EL sol nos olvidó ayer sobre la arena,
nos envolvió el rumor suave del mar,
tu cuerpo me dio calor; tenía frío,
y allí en la arena
entre los dos nació este poema,
este pobre poema de amor para ti.
Mi fruto, mi flor,
mi historia de amor,
mis caricias.
Mi humilde candil,
mi lluvia de abril,
mi avaricia.
Mi trozo de pan,
mi viejo refrán,
mi poeta.
La fe que perdí,
mi camino
y mi carreta.
Mi dulce placer,
mi sueño de ayer,
mi equipaje.
Mi tibio Rincón,
mi mejor canción,
mi paisaje.
Mi manantial,
mi cañaveral,
mi riqueza.
Mi leña, mi hogar,
mi techo, mi lar,
mi nobleza.
Mi fuente, mi sed,
mi barco, mi red
y la arena.
Donde te sentí,
donde te escribí
mi poema.

GERARDO DIEGO

A, EME, O, ERRE

“Amor” tiene cuatro letras,
vamos a jugar con ellas.
¿Lo ves? Ya estamos en “Roma”.
Por todas partes se va.
Por todas partes se llega.
El viaje “Amor-Roma-Amor”,
con billete de ida y vuelta.
Y ahora a jugar con los dados.
«Alea jacta est». Espera.
¿Qué lees? “Ramo”. ¿Qué escuchas?
El ruiseñor se queja
de “amor” que en el “ramo” canta,
de “amor” que en el “ramo” “mora”.
Otra vez los dados vuelan
por el aire. Y cae “Omar”,
un príncipe de leyenda.
¿“Amor” de “Omar”? Falta ella.
Arriba los dados. “Mora”.
“Amor” de “Omar” a la “mora”.
“Amor” de la “mora” a “Omar”.
Siempre “armo” un juego de “amor”
que der“ramo” y que de“mora”.
Y vienen y van las letras
Buscando ese “amor” “o mar”.

GERARDO DIEGO, La sorpresa, 1943

18 marzo 2008

León Felipe - La insignia

LA INSIGNIA - Alocución poética

¿HABÉIS hablado ya todos?
¿Habéis hablado ya todos los españoles?
Ha hablado el gran responsable revolucionario,
y los pequeños responsables;
ha hablado el alto comisario,
y los comisarios subalternos;
han hablado los partidos políticos,
han hablado los gremios,
los Comités
y los Sindicatos;
han hablado los obreros y los campesinos;
han hablado los menestrales:
ha hablado el peluquero,
el mozo de café
y el limpiabotas.
Y han hablado los eternos demagogos también.
Han hablado todos.
Creo que han hablado todos.
¿Falta alguno?

¿Hay algún español que no haya pronunciado su palabra?...
¿Nadie responde?... (Silencio).
Entonces falto yo sólo.
Porque el poeta no ha hablado todavía.

01 marzo 2008

El Lazarillo de Tormes: y de sus fortunas y adversidades


PRÓLOGO


Yo por bien tengo que cosas tan señaladas, y por ventura nunca oídas ni vistas, vengan a noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podría ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto los deleite. Y a este propósito dice Plinio que "no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena". Mayormente, que los gustos no son todos unos, mas lo que uno no come, otro se pierde por ello. Y así vemos cosas tenidas en poco de algunos, que de otros no lo son. Y esto para que ninguna cosa se debería romper ni echar a mal, si muy detestable no fuese, sino que a todos se comunicase, mayormente siendo sin perjuicio y pudiendo sacar algún fruto. Porque, si así no fuese, muy pocos escribirían para uno solo, pues no se hace sin trabajo, y quieren, ya que lo pasan, ser recompensados, no con dineros, mas con que vean y lean sus obras, y si hay de qué, se las alaben. Y a este propósito dice Tulio: "La honra cría las artes."


¿Quién piensa que el soldado que es primero del escala tiene más aborrecido el vivir? No, por cierto; mas el deseo de alabanza le hace ponerse en peligro. Y así, en las artes y letras es lo mesmo. Predica muy bien el presentado, y es hombre que desea mucho el provecho de las ánimas; mas pregunten a su merced si le pesa cuando le dicen: "¡Oh, que maravillosamente lo ha hecho vuestra reverencia!". Justó muy ruinmente el señor don Fulano, y dio el sayete de armas al truhán porque le loaba de haber llevado muy buenas lanzas: ¿qué hiciera si fuera verdad?


Y todo va de esta manera: que, confesando yo no ser más santo que mis vecinos, de esta nonada, que en este grosero estilo escribo, no me pesará que hayan parte y se huelguen con ello todos los que en ella algún gusto hallaren, y vean que vive un hombre con tantas fortunas, peligros y adversidades.


Suplico a Vuestra Merced reciba el pobre servicio de mano de quien lo hiciera más rico si su poder y deseo se conformaran. Y pues Vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso por muy extenso, pareciome no tomalle por el medio, sino del principio, porque se tenga entera noticia de mi persona; y también porque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que, siéndoles contraria, con fuerza y maña remando, salieron a buen puerto.
Tratado primero: "Cuenta Lázaro su vida, y cúyo hijo fue"
Tratado segundo: "Cómo Lázaro se asentó con un clérigo y de las cosas que con él pasó"
Tratado tercero: "Cómo Lázaro se asentó con un escudero y de lo que le acaeció con él"
Tratado cuarto: "Cómo Lázaro se asentó con un fraile de la Merced, y de lo que le acaeció con él"
Tratado quinto: "Cómo Lázaro se asentó con un buldero y de las cosas que pasó con él"
Tratado sexto: "Cómo Lázaro se asentó con un capellán y de lo que con él pasó"
Tratado séptimo: "Cómo Lázaro se asentó con un alguacil y de lo que le acaeció con él"