30 octubre 2012

Metáfora

La metáfora ha sido considerada tradicionalmente como una comparación abreviada, similitudo brevior (Quint. VIII. 6, 8). Por ejemplo, Aquiles es un león se deriva de Aquiles combate como un león; Tizio es un zorro es la condensación de Tizio es astuto como un zorro. La metáfora designa un objeto mediante otro que tiene con el primero una relación de semejanza. Cuando decimos «cabellos de oro» queremos expresar «cabellos rubios como el oro».
[...]
En cabellos de oro la metáfora de oro no indica, como es obvio, un referente, sino un significado traslaticio, es decir, distinto del literal. La metáfora, como la metonimia y la sinécdoque, realiza un desplazamiento de significado.
En la metáfora, el mecanismo de desplazamiento semántico puede producirse a través de un término intermedio que tiene propiedades inherentes que son comunes a los dos términos que hacen de punto de partida y punto de llegada de la metáfora (X e Y). Por ejemplo, la metáfora la boca de la cueva reposa sobre la traslación «entrada»--> «boca» (respectivamente X e Y) que se hace posible por el término intermedio «abertura, ingreso», que es común tanto, al llamado «vehículo» de la metáfora (X) como al «tenor» (Y). Esquematizando:
....... X ................................ P.................................. Y
..entrada .......................abertura......................... boca
Así en cabellos de oro tenemos dos campos sémicos ‑ los relativos a cabellos y a oro con rasgos, componentes o semas bastante distintos, excepto uno ‑ el color ‑, que puede permitir el desplazamiento se­mántico:
[...]
El rasgo común amarillo‑rubio permite la formación de la metáfora:
cabellos ............. amarillo ................ oro
rubio
La metáfora puede estar expresa en varias formas gramaticales (fundamentalmente en nombres, verbos, adjetivos).

* La metáfora nominal tiene distintas estructuras:
a) la sustitución del nombre:
.................................... su luna de pergamino (= pandero)
.................................... preciosa tocando viene (F. García Lorca);
b) la cópula: Tu vientre es una lucha de raíces (Lorca);
c) la aposición: Sí, tu niñez: ya fábula de fuentes (Guillén y Lorca);
d) la construcción con el genitivo: canto al jardín azul de tus pulmones (Fernández Moreno);
e) la cadena de dos o más nombres: relámpagos de risas carmesíes.

* La metáfora verbal puede concernir sólo al verbo (La voz del muchacho naufragaba en la gangosa respuesta de los negros, Mujica Lainez) o al nexo sustantivo‑verbo (y decora las aguas de tu río / con hojas de mi otoño enajenado, Lorca).

* Los adjetivos metafóricos son abundantísimos incluso en el lenguaje común: barba florida, mirada angelical, ataque fulminante.

A. Marchese y J. Forradellas (1986), Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, Barcelona, Ariel, 3ª edición, 1991.

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