No se puede recomendar el uso de esta palabra de origen inglés, sobre todo cuando en español contamos con la muy castiza patrocinar, pero ya que los académicos de la lengua han decidido incluirla en el Diccionario, vayamos a buscar su historia.
En realidad, el uso en castellano del verbo esponsorizar o del sustantivo espónsor (éste no incluido en el Diccionario, pero muy empleado) es consecuencia de traducciones tan infames como perezosas del verbo inglés to sponsor (patrocinar), y del sustantivo sponsor (patrocinador). Ninguna de estas palabras inglesas tiene origen anglosajón, sino que ambas llegaron a esa lengua a partir del latín spondere (prometer, asegurar, garantizar), que ya está en nuestra lengua en vocablos como esponsales y esposa.
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