VÍAS DE ENTRADA
Las nuevas ideas europeas comienzan a conocerse en España a partir de
1810, gracias a la difusión de los escritos sobre teatro español del s. XVII que hacen
los alemanes Federico y Guillermo Schlegel. Sin embargo, la penetración del
movimiento romántico no fue un proceso tan simple, sino que se desarrolló durante
varios años y fue posible a través de tres puertas de acceso.
3.1. Levante.-
Barcelona era el centro cultural del Levante español y poseía unas características
especiales que hacían de ella un lugar muy apropiado para la recepción y
aclimatación de los ideales románticos:
- Su vinculación con Europa a través de Francia.
- La existencia de un burguesía favorable a la introducción de las nuevas ideas como consecuencia de un mayor desarrollo industrial.
- Un ambiente cultural activo que favoreció el nacimiento de un periódico muy importante para la difusión de las nuevas ideas: El Europeo (1823).
Hay que señalar que el Romanticismo que prosperó en Cataluña fue de signo
consevador y tradicional, cuyo símbolo más importante era la obra del novelista inglés
Walter Scott.
3.2. Andalucía.-
El foco cultural más innovador de Andalucía se situó en Cádiz, ciudad que
desde el s. XVIII venía gozando de un gran esplendor comercial. Esta actividad
comercial es, precisamente, la que posibilita el contacto con las nuevas ideas
europeas. Hay que sumar, además, el hecho de que se establecieran en Cádiz
diversas familias extranjeras que trajeron consigo el pensamiento romántico dominante
ya en Europa.
El Romanticismo que penetra por Andalucía tuvo un carácter más liberal y
revolucionario que el catalán, y puede ser simbolizado por la obra de otro escritor
inglés: Lord Byron.
3.3. Los emigrados.-
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el nacimiento del Romanticismo
en España tuvo mucho que ver con el contexto político de la época, ya que el reinado
de Fernando VII provocó el exilio masivo de políticos, intelectuales y literatos. Estos
exiliados tuvieron que refugiarse en países donde ya había triunfado el Romanticismo,
de manera que, cuando vuelven a España en 1830 (muerte de Fernando VII), estos
intelectuales traerán consigo las nuevas ideas.
FASES EN LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL ROMANTICISMO
En España, el Romanticismo fue un movimiento relativamente tardío que nos
llega cuando Alemania, Francia o Inglaterra estaban ya evolucionando hacia otras
tendencias.
Algunos críticos han intentado fechar el comienzo y el final del movimiento, y
señalan:
- INICIO: en 1814, que se produce la polémica entre Nicolás Böhl de Faber
y Mora en la prensa gaditana.
- FINAL: en 1849, cuando Fernán Caballero publica La gaviota.
Pero estas fechas son difíciles de aceptar, ya que en la segunda mitad del siglo
XIX se escribirán en España obras inequívocamente románticas (como, por ejemplo,
La leyenda del Cid, de Zorrilla).
Teniendo en cuenta la dificultad a la hora de periodizar, podemos establecer
tres fases en el desarrollo de la literatura romántica española:
- Transición del Neoclasicismo al Romanticismo.- Este período está representado por una serie de escritores que, aunque formados en las ideas de la Ilustración, adoptaron el estilo romántico después de sus contactos en el exilio europeo (el Duque de Rivas, Martínez de la Rosa, Estébanez Calderón).
- Madurez.- Aquí pueden incluirse los autores nacidos entre 1800 y 1815, y cuyas obras más importantes aparecerán entre 1830 y 1850 (Larra, Espronceda).
- Final o postrromántica.- Pueden incluirse los autores u obras que continúan los gustos del Romanticismo cuando en toda Europa ya se han abandonado, es decir, a partir de 1850.
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