20 mayo 2012

La poesía hispanoamericana

Hasta finales del siglo XX, el mundo cultural hispanoamericano se asemejó al español, que le sirvió de modelo. Por tanto, los diferentes movimientos literarios siguieron una evolución similar, aunque con algunos años de retraso: barroco, neoclasicismo, romanticismo, realismo.
El primer movimiento literario hispanoamericano fue el modernismo.
El modernismo se inició con la obra del cubano José Martí (Ismaelillo, 1882; Versos libres, 1891; Versos sencillos, 1913), aunque quienes lo hicieron triunfar fueron el argentino Leopoldo Lugones (Lunario sentimental, 1909) y, sobre todo, el nicaragüense Rubén Darío.
Varias tendencias suelen distinguirse en la poesía desde el modernismo en el primer tercio del siglo XX: el postmodernismo, el vanguardismo, la poesía pura y la poesía de la negritud, entre otras.

Postmodernismo
Con este nombre se denomina a la tendencia que supuso la superación del modernismo más brillante. Poetas modernistas como Amado Nervo evolucionaron al final hacia una poesía sencilla, casi neorromántica, donde tiene especial protagonismo lo elemental de la vida cotidiana, el amor a las cosas o a la tierra. En esta línea postmodernista pueden situarse poetas como el mexicano Ramón López Velarde.
Pero, sin duda, las representaciones de la poesía femenina son quienes mejor asumieron las nuevas características: la uruguaya Juana de Ibarbourou (1895-1979), que realiza un apasionado canto a la vida, a los sentidos y a la naturaleza; la también uruguaya Delmira Agustini (1886-1914), cuya poesía se basa en los sentimientos más íntimos y el constante ensueño; la argentina Alfonsina Storni (1892-1938), cuya voz refleja el choque entre la sensibilidad y la vulgar realidad; y, sobre todas, la chilena Gabriela Mistral (1889-1957), Premio Nobel en 1945, con una poesía muy personal que defiende y canta la elementalidad de la vida en libros como Ternura, Tala y Lagar, en los que muestra el amor a los niños y a los entrañables objetos de la vida cotidiana.

Vanguardismo
Aunque no en toda su obra, dentro del vanguardismo de la década de 1920 están los grandes nombres de la poesía en Hispanoamérica. Nos referimos a Vicente Hidobro, César Vallejo, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda y Octavio Paz.
* Creacionismo. Vicente Huidobro (1893-1948), chileno, fue el padre del creacionismo, que supone la aniquilación del mundo real, descriptivo y anecdótico para que el poeta cree su propia realidad con la utilización de técnicas y recursos de otros vanguardismos que le llevana una verdadera experimentación. Su libro más celebrado es Altazor (1931).
* Ultraísmo. En el ultraísmo se sitúa Jorge Luis Borges (1899-1986), argentino. A la riqueza retórica del ultraísmo, añade Borges un mundo intelectual lleno de símbolos, juegos de palabras, paradojas, contrastes, etc., en libros como Fervor de Buenos Aires o Luna de enfrente.
* Surrealismo. Por último , en el surrealismo se encuentran César Vallejo, Pablo Neruda y Octavio Paz.
- César Vallejo (1892-1938), nacido en Perú, compaginó siempre la poesía humanizada y comprometida con los aspectos más arriesgados de los vanguardismos que le llevan a una exploración constante del lenguaje poético. Después de Los heraldos negros, de influencia modernista, publica su obra maestra Trilce, donde expresa un mundo descoyuntado, una visión desolada dela realidad y practica una ruptura lingüística cercana al hermetismo y al automatismo surrealista. En su último libro, Poemas humanos, intensifica la humanización, dolorido por el caos del mundo.
Masa 
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

César Vallejo, Poemas humanos, España, aparta de mí este cáliz 

- Pablo Neruda. (1904-1973). Nació en Parral (Chile). Su verdadero nombre era Ricardo Neftalí Reyes. Estudió Derecho en Santiago, donde conoció el ambiente literario y la bohemia. Viajó como diplomático por todo el mundo. En España contactó con el grupo del 27, al que transmitió su idea de una poesía comprometida. Militó en el Partido Comunista chileno y fue senador. En 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura y en 1973 publicó sus memorias (Confieso que he vivido).
Las composiciones de juventud de Neruda intentan superar el modernismo imperante en la época por medio de una visión más personal y humanizada.
En ellas predomina el tema amoroso, centrado en la figura femenina, de la que nace el sentimiento de plenitud, pero también la soledad. La mujer es contemplada por el amante, el único que toma la palabra. Pertenece a esta tendencia Veinte poemas de maor y una canción desesperada (1924).
A partir de Residencia en la tierra (1933-1949) Neruda explora formas expresivas próximas a la vanguardia, sobre todo procedimientos surrealistas.
En su producción posterior, evolucionó hacia el compromiso social y político, que alternó con la expresión de inquietudes personales.
La poesía comprometida de Neruda, más clara y directa, culmina en el Canto general (1950), donde mezcla épica y lírica, y exalta la naturaleza y el pasado de América, a la vez que critica el imperialismo capitalista. Las Odas elementales (1954) acentúan la sencillez en poemas dedicados a objetos cotidianos (el libro, el pan, la cebolla...).
En su etapa final, sin abandonar el compromiso social, Neruda retomó temas como el amor, la naturaleza y la memoria personal: Estravagario (1958), Cien sonetos de amor (1960) y Memorial de Isla Negra (1964).
Estilísticamente, su poesía ofrece gran riqueza de recursos expresivos y combina la práctica del verso libre con poemas y estrofas clásicos.

- Octavio Paz (1914-1998), nacido en México, excelente ensayista y Premio Nobel en 1990, tiene como poeta tres etapas bien definidas: en la primera, bastante variada, conjuga lo neorromántico con lo surrealista y lo social en libros como ¿Águila o sol? y La estación violenta, entre otros, que reunió bajo el título de Libertad bajo palabra; en la segunda se intensifica el surrealismo, lo irracional y lo hermático en el volumen Salamandra; en la tercera, agrupada en Ladera Este, se mezclan las influencias orientales con experimentaciones lingüísticas hasta desembocar en poemas visuales.

Poesía pura.
De menor entidad, los poetas hispanoamericanos también siguieron, en algunos casos, la línea iniciada por Veery y Juan Ramón Jiménez. Entre ellos conviene destacar a José Gorostiza y Eduardo Carranza, pero no en menor medida a otros poetas que, dentro de otras tendencias, se acercaron a los presupuestos de la poesía pura, como Borges o José Lezama Lima.

Poesía de la negritud.
Esta poesía, surgida en las Antillas como reivindicación de la cultura afrohispanoamericana, reproduce el ritmo de las canciones afroantillanas por medio de palabras sin sentido para lograr un poema-canto.
El principal representante es el poeta cubano Nicolás Guillén (1902-1989), creador de Motivos del son (1930) y Sóngoro cosango (1931).

Sensemayá 
La culebra tiene los ojos de vidrio,
La culebra viene y se enreda en un palo;
con sus ojos de vidrio, en un palo,
con sus ojos de vidrio. 

La culebra camina sin patas, 
la culebra se esconde en la yerba;
caminando se esconde en la yerba
caminando sin patas.

Mayombé bombé, mayombé,
Mayombé bombé, mayombé,
Mayombé bombé, mayombé.

Tú le das con el hacha y se muere
¡Dale ya!
No le des con el pie que te muerde
No le des con el pie que se va. 

Sensemayá la culebra,
Sensemayá, 
Sensemayá con sus ojos,
Sensemayá,
Sensemayá con su lengua,
Sensemayá,
Sensemayá con su boca,
Sensemayá.

La culebra muerta no puede comer,
La culebra muerta no puede silbar,
No puede caminar, no puede correr.
La culebra muerta no puede mirar,
La culebra muerta no puede beber.
No puede respirar, no puede morder.

Mayombé bombé, mayombé
Sensemayá la culebra.
Mayombé bombé,mayombé,
Sensemayá no se mueve.
Mayombé bombé, mayombé,
Sensemayá la culebra.
Mayombé bombé, mayombé
Sensemayá, se murió.
Nicolás Guillén, Sóngoro cosongo

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