24 diciembre 2009

Lectura segundo trimestre

Mendoza, Eduardo, Sin noticias de Gurb, Seix Barral, 1990.
Esta divertida novela relata la búsqueda de un extraterrestre que ha desaparecido, tras adoptar la apariencia de la vocalista Marta Sánchez, en la jungla urbana barcelonesa. Pero el protagonista de la narración no es Gurb, sino otro alienígena que sale en pos de él y cuyo diario constituye el esqueleto de la narración. La verdadera naturaleza del relato es de carácter satírico: Mendoza convierte esta Barcelona, a un tiempo cotidiana y absurda, en el escenario de una carnavalada que revela el verdadero rostro del hombre urbano actual.
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Para más información sobre el autor podéis consultar su página web: Eduardo Mendoza

Bon Nadal - Feliz Navidad


20 diciembre 2009

Papa Noël

El viejecito de ropas rojas y barba blanca que vemos en vísperas de Navidad en los centros comerciales de todo el mundo, se ha convertido en ícono cultural de la sociedad de consumo del tercer milenio. El mito del sonriente personaje que encanta a los niños, fue forjado a lo largo de los últimos diecisiete siglos, basado en la historia de un obispo que vivió en el siglo IV.
La ciudad de Mira, en el antiguo reino de Licia, actual territorio de Turquía, tuvo un prelado llamado Nicolás, célebre por la generosidad que mostró con los niños y con los pobres, y que fue perseguido y encarcelado por el emperador Diocleciano. Con la llegada de Constantino al trono de Bizancio —ciudad que con él se llamó Constantinopla—, Nicolás quedó en libertad y pudo participar en el Concilio de Nicea (325). A su muerte fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de san Nicolás.
Surgieron entonces innúmeras leyendas sobre milagros realizados por el santo en beneficio de los pobres y de los desamparados. Durante los primeros siglos después de su muerte, san Nicolás se tornó patrono de Rusia y de Grecia, así como de incontables sociedades benéficas y, también, de los niños, de las jóvenes solteras, de los marineros, de los mercaderes y de los prestamistas.
Ya desde el siglo VI, se habían venido erigiendo numerosas iglesias dedicadas al santo, pero esta tendencia quedó interrumpida con la Reforma, cuando el culto a san Nicolás desapareció de toda la Europa protestante, excepto de Holanda, donde se lo llamaba Sinterklaas (una forma de san Nicolás en neerlandés).
En Holanda la leyenda de Sinterklaas se fusionó con antiguas historias nórdicas sobre un mítico mago que andaba en un trineo tirado por renos, que premiaba con regalos a los niños buenos y castigaba a los que se portaban mal.
En el siglo XI, mercaderes italianos que pasaban por Mira robaron reliquias de san Nicolás y las llevaron a Bari, con lo que esa ciudad italiana, donde el santo nunca había puesto los pies, se convirtió en centro de devoción y peregrinaje, al punto de que hoy el santo es conocido como san Nicolás de Bari.
En el siglo XVII, emigrantes holandeses llevaron la tradición de Sinterklaas a los Estados Unidos, cuyos habitantes anglófonos adaptaron el nombre a Santa Claus, más fácil de pronunciar para ellos, y crearon una nueva leyenda, que acabó de cristalizar en el siglo XIX, sobre un anciano alegre y bonachón que en Navidad recorre el mundo en su trineo, distribuyendo regalos.
En los Estados Unidos, Santa Claus se convirtió rápidamente en símbolo de la Navidad, en estímulo de las fantasías infantiles y, sobre todo, en ícono del comercio de regalos navideños, que anualmente moviliza miles de millones de dólares.
Esta tradición no demoró en cruzar nuevamente el Atlántico, ahora remozada, y en extenderse hacia varios países europeos, en algunos de los cuales Santa Claus cambió de nombre. En el Reino Unido se le llamó Father Christmas (papá Navidad); en Francia fue traducido a Père Noël (con el mismo significado), nombre del cual los españoles tradujeron sólo la mitad, para adoptar Papá Noel, que se extendió rápidamente a América Latina.

05 noviembre 2009

Determinante sendos

El determinante sendos tiene un valor numeral distributivo; significa 'uno cada uno': Los tres chicos iban montados en sendas bicicletas significa que cada uno de ellos iba montado en una bicicleta. No significa, pues, como muchos creen, 'grande' (*Lo dejaron malherido de sendos garrotazos), ni 'ambos' (*Atracó una joyería y asaltó a unos transeúntes. El juez lo ha acusado de sendos delitos). Teniendo en cuenta la vedadera función de sendos-sendas, transformamos las siguientes oraciones:
  • Los alféreces llevaban una bandera cada uno - Los alféreces llevaban sendas banderas.
  • Los asistentes depositaron en la urna una papeleta cada uno - Los asistentes depositaron sendas papeletas.
  • Cada paso de la procesión iba acompañado de una banda de música - Los pasos de la procesión iban acompañados de sendas bandas de música.
  • Se entregó una manta a cada excursionista - Se entregó sendas mantas a los excursionistas.
  • Todas las alumnas, por orden de lista, formularon una pregunta - Todas las alumnas, por orden de lista, formularon sendas preguntas.

04 noviembre 2009

Definición de ritmo

Podéis encontrar una definición de ritmo en el blog de María del Mar Salas Carretero

26 octubre 2009

Comentario de Texto I - Bécquer

RIMA VII

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

¡Ay!, pensé: ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma
y una voz como Lázaro espera
que le diga: «Levántate y anda»!

1.- Explica el contenido de cada una de las estrofas.
2.- Justifica que de la evocación de un objeto se pase a una reflexión.
3.- ¿Cuál es la forma métrica de cada una de las estrofas?
4.- ¿Tiene alguna finalidad expresiva la medida del v. 4, distinta a la de los vv. anteriores?
5.- El sujeto de la primera oración (primera estrofa) se encuentra al final, después de varios complementos y del verbo; en el v. 1 hay, además, un claro hipérbaton: ¿qué valor expresivo tienen ambas cosas?
6.- ¿Sobre qué imagen se construye el poema?
7.- El tema de la rima, ¿es una reflexión sobre la poesía? En este caso, ¿qué se dice de ella?

Garcilaso de la Vega - ÉGLOGA I

ÉGLOGA I

AL VIRREY DE NÁPOLES

Personas: SALICIO, NEMOROSO

El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,.................. 5
de pacer olvidadas, escuchando.
Tú, que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo
y un grado sin segundo,
agora estés atento sólo y dado ..................... 10
el ínclito gobierno del estado
Albano; agora vuelto a la otra parte,
resplandeciente, armado,
representando en tierra el fiero Marte;

....

Saliendo de las ondas encendido,
rayaba de los montes al altura
el sol, cuando Salicio, recostado ................... 45
al pie d'una alta haya, en la verdura,
por donde un agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado,
él, con canto acordado
al rumor que sonaba, ....................................... 50
del agua que pasaba,
se quejaba tan dulce y blandamente
como si no estuviera de allí ausente
la que de su dolor culpa tenía;
y así, como presente, ....................................... 55
razonando con ella, le decía:

Salicio:

¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!,
estoy muriendo, y aún la vida temo; .........60
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado, ........................................ 65
y de mí mismo yo me corro agora.
¿D'un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. ......... 70

El sol tiende los rayos de su lumbre
por montes y por valles, despertando
las aves y animales y la gente:
cuál por el aire claro va volando,
cuál por el verde valle o alta cumbre .........75
paciendo va segura y libremente,
cuál con el sol presente
va de nuevo al oficio,
y al usado ejercicio
do su natura o menester l'inclina, .............. 80
siempre está en llanto esta ánima mezquina,
cuando la sombra el mundo va cubriendo,
o la luz se avecina.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

¿Y tú, desta mi vida ya olvidada, ............... 85
sin mostrar un pequeño sentimiento
de que por ti Salicio triste muera,
dejas llevar, ¡desconocida!, al viento
el amor y la fe que ser guardada
eternamente sólo a mí debiera? ................. 90
¡Oh Dios!, ¿por qué siquiera,
pues ves desde tu altura
esta falsa perjura
causar la muerte d'un estrecho amigo,
no recibe del cielo algún castigo? .................95
Si en pago del amor yo estoy muriendo,
¿qué hará el enemigo?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento ........ 100
del solitario monte m'agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
¡Ay, cuánto m'engañaba! ............................ 105
¡Ay, cuán diferente era
y cuán d'otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja, repitiendo .................... 110
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,
reputándolo yo por desvarío,
vi mi mal entre sueños, desdichado! .......... 115
Soñaba que en el tiempo del estío
llevaba, por pasar allí la siesta,
a abrevar en el Tajo mi ganado;
y después de llegado,
sin saber de cuál arte, ..................................... 120
por desusada parte
y por nuevo camino el agua s'iba;
ardiendo yo con la calor estiva,
el curso enajenado iba siguiendo
del agua fugitiva. .............................................. 125
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
Tus claros ojos ¿a quién los volviste?
¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste? ............... 130
¿Cuál es el cuello que, como en cadena,
de tus hermosos brazos anudaste?
No hay corazón que baste,
aunque fuese de piedra,
viendo mi amada hiedra, .............................. 135
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida,
que no s'esté con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. .......... 140

19 octubre 2009

29 septiembre 2009

Biblioteca Valenciana - Taller de microrrelatos

(Monasterio de San Miguel de los Reyes
Av. de la Constitución, 284, 46019 Valencia)

15 de octubre

Taller de microrrelatos
Imparte el taller: Vicente Valls

Microcuento, minicuento, cuento minúsculo, cuento en miniatura, incluso cuentículo... Existen demasiadas denominaciones para dar cuerpo al cuento brevísimo, entre las que parece imponerse la de "microrrelato".

Un fenómeno en absoluto nuevo en la literatura, que sin embargo parece ponerse de moda en el último medio siglo, de la mano de insignes cultivadores de la ficción hispanoamericana como Borges, Cortázar, García Márquez, Arreola, Denevi y Monterroso. Porque, aunque el microrrelato no es ajeno a todas las literaturas contemporáneas -basta recordar la extraña belleza de los cuentos breves de Kafka o el impagable humor de los de Slawomir Mrozek-, parece haber irrumpido con mayor fuerza al otro lado del Atlántico, donde también se ha intentado dotarlo de base teórica y distinguirlo de especies afines. No faltan en nuestro país brillantes cultivadores del microrrelato, como Luis Mateo Díez, Max Aub o Antonio Pereira, y es raro el escritor que no haya perpretado uno alguna vez.

El microrrelato hunde sus raíces, como toda literatura, en la tradición oral, en forma de fábulas y apólogos, y va tomando cuerpo en la Edad Media a través de la literatura didáctica, que se sirve de leyendas, adivinanzas y parábolas. Algunos han visto el microrrelato como la versión en prosa del haiku oriental y otros lo han hecho derivar de la literatura lapidaria.

Pero es en la época moderna, al nacer el cuento como género literario, cuando el microrrelato se populariza en la literatura en español gracias a la concurrencia de dos fenómenos de distinta índole: la explosión de las vanguardias con su renovación expresiva y la proliferación de revistas que exigían textos breves ilustrados para llenar sus páginas culturales. Algunas de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna son verdaderos cuentos de apenas una línea, y también Rubén Darío y Vicente Huidobro publicaron minicuentos desde diversas estéticas. Junto a estos autores, la crítica señala también al mexicano Julio Torri y al argentino Leopoldo Lugones como decisivos precursores del actual microrrelato.

En la segunda mitad del siglo XX el microrrelato llega a su madurez. Ya no se trata de un ejercicio de estilo, de una pirueta de agudeza o de un retazo más o menos misterioso de prosa poética. El microrrelato se presenta como una auténtica propuesta literaria, como el género idóneo para definir, parodiar o volver del revés la rapidez de los nuevos tiempos y la estética posmoderna. Algo que tiene que ver con Italo Calvino y sus "Seis propuestas para el próximo milenio", con sus "hibridaciones multiculturales", como ha señalado Enrique Yepes, uno de los estudiosos de este arte pigmeo. El cuento brevísimo es la arena ideal donde se bate la moda de la destrucción de los géneros, hasta el punto de que resulte imposible -e inútil- tratar de definirlo, distinguirlo o envolverlo de legalidad.

Proliferan así estos "cuentos concentrados al máximo, bellos como teoremas" -según expresión del argentino David Lagmanovich- que, con su despojamiento, ponen a prueba "nuestras maneras rutinarias de leer". Para diferenciarlos de los aforismos, las frases lapidarias o los miniensayos, deben cumplir los principios básicos de la narratividad, aunque de una forma extravagantemente concentrada. Son, casi siempre, ejercicios de reescritura, o minúsculo laboratorio de experimentación del lenguaje, o ambiciosa pretensión de encerrar en unas líneas una visión trascendente del mundo.

Pero queda una sospecha: ¿no habrá en todo esto un poco de pereza? Con su humor de siempre, Augusto Monterroso parece sembrar la duda cuando escribe: "Lo cierto es que el escritor de brevedades nada anhela más en el mundo que escribir interminablemente largos textos en que la imaginación no tenga que trabajar, en que hechos, cosas, animales y hombres se crucen, se busquen o se huyan, vivan, convivan, se amen o derramen libremente su sangre sin sujeción al punto y coma, al punto".
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EL DINOSAURIO
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Augusto Monterroso, Obras completas (y otros cuentos)

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EL POZO
Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años.
Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa.
Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse.
En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior."Este es un mundo como otro cualquiera", decía el mensaje.

Luis Mateo Díez, "El pozo", Los males menores, Madrid, Alfaguara, 1993, p. 140

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BÍBLICA
Levanto el sitio y abandono el campo... La cita es para hoy en la noche. Ven lavada y perfumada. Unge tus cabellos, ciñe tus más preciosas vestiduras, derrama en tu cuerpo la mirra y el incienso. Planté mi tienda de campaña en las afueras de Betulia. Allí te espero guarnecido de púrpura y de vino, con la mesa de manjares dispuesta, el lecho abierto y la cabeza prematuramente cortada.
Juan José Arreola, Dexografías

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“LAS LÍNEAS DE LA MANO”
De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito, pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor y en una cabina, donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hasta el codo y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en este instante empieza a cerrarse sobra la culata de una pistola.

Julio Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 1962

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25 septiembre 2009

Esbozo - Impostor - Vasto - Proscrito

Esbozo
1. m. Acción y efecto de esbozar.
2. m. Bosquejo sin perfilar y no acabado. Se usa especialmente hablando de las artes plásticas, y, por ext., de cualquier obra del ingenio.
3. m. Aquello que puede alcanzar mayor desarrollo y extensión.
4. m. Biol. Tejido, órgano o aparato embrionario que todavía no ha adquirido su forma y estructura definitivas.

Impostor
, ra.
(Del lat. impostor, -ōris).
1.
adj. Que atribuye falsamente a alguien algo. U. m. c. s.
2.
adj. Que finge o engaña con apariencia de verdad. U. m. c. s.
3.
m. y f. Suplantador, persona que se hace pasar por quien no es.

Vasto
, ta.
(Del lat. vastus).

1.
adj. Dilatado, muy extendido o muy grande.

Proscrito
, ta.
(Del part. irreg. de proscribir).
1.
adj. desterrado. U. t. c. s.

Desterrado
, da.
(Del part. de desterrar).
1.
adj. Que sufre pena de destierro. U. t. c. s.