La niña llama a su padre:
"Tatá, dadá".
La niña llama a su madre:
"Tatá, dadá".
Al ver las sopas
la niña dijo:
"Tatá, dadá".
Igual al ir en el tren,
cuando vio la verde montaña
y el fino mar.
"Todo lo confunde" dijo
su madre. Y era verdad.
Porque cuando yo la oía
decir: "Tatá, dadá",
veía la bola del mundo
rodar, rodar,
el mundo todo una bola
y en ella papá, mamá,
el mar, las montañas, todo
hecho una bola confusa;
el mundo "Tatá, dadá".
Pedro Salinas. Presagios (1924)
27 mayo 2013
Pedro Salinas - Poema dadaísta
Etiquetas: Grupo poético 27, Pedro Salinas
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